A pesar de una baja en las proyecciones de crecimiento, ante los niveles actuales de inflación y expectativas a dos años, que no han continuado su tendencia decreciente, el Directorio del BCU decidió por unanimidad un incremento en la Tasa de Política Monetaria (TPM) de 0,25%. Al ubicarla en 9,25%, la instancia de política ingresa en fase contractiva, con el objetivo de contribuir a reducir la inflación y continuar la convergencia de sus expectativas a la meta de 4,5% anual.
El BCU continuará enfocado en el monitoreo en tiempo real de los acontecimientos del entorno macroeconómico global y regional y ajustará la política monetaria según la información relevante disponible. Asimismo, reforzará la comunicación como un pilar fundamental hacia la consecución de sus objetivos.