Las proyecciones del BCU muestran que el crecimiento de los precios continuaría oscilando en torno a la meta en todo el horizonte a dos años, en un escenario donde la política monetaria se mantiene en fase contractiva-neutral. El resto de las políticas macro evolucionarían en línea con el objetivo de inflación y las expectativas seguirían reaccionando favorablemente.
En cuanto a la actividad económica, se proyecta un crecimiento en línea con el potencial en los próximos dos años, impulsado principalmente por el gasto privado.
En ese marco, el BCU redujo la tasa de interés a 9%, en línea con la convergencia de la inflación y sus expectativas al 4,5% anual en los próximos dos años.