Las expectativas de inflación de los agentes han continuado descendiendo y se ubican muy cerca del techo del rango meta.
La caída en relación con el segundo trimestre de 2022 fue consecuencia de una reducción generalizada por actividades económicas, con excepción de algunas vinculadas a los servicios.
Por el lado del gasto, el descenso de la inversión y de las exportaciones netas se vio parcialmente compensado por el aumento del consumo de los hogares y del gobierno.